Mantener
la salud de los tendones es fundamental para el normal movimiento del cuerpo,
ya que son las estructuras que unen los músculos con los huesos.
El uso
repetitivo de las articulaciones en las actividades cotidianas hace que
pequeñas cargas provoquen un esfuerzo excesivo de músculos y tendones.
Esta
sobrecarga puede dar lugar a diferentes tendinopatías, que se definen como una lesión
de los tendones por sobreuso o sobresfuerzo, en la que se produce daño, inflamación
y/o irritación.
Todos
los tendones pueden verse afectados, pero los más comunes son: el codo, el
talón, el hombro, la rodilla, el pulgar y la muñeca.
Factores de riesgo
Hay
diferentes causas que hacen que sea más fácil sufrir una tendinopatía, entre
las que destacan:
- Descansar poco tiempo
- Realizar malas posturas
- Realizar movimientos bruscos o esfuerzos excesivos
- Sexo: las mujeres son más propensas a sufrirlas
- Edad: a partir de los 35 años los tendones comienzan a degenerarse a mayor velocidad
¿Qué síntomas presenta?
Los
síntomas de las tendinopatías pueden presentarse en diferentes partes del
cuerpo dependiendo del tendón afectado. Los más frecuentes son:
- Dolor, que se intensifica en realizar movimientos
- Inflamación leve
- Sensibilidad durante el movimiento
Consejos para prevenir y curar las tendinopatías
- Evitar la sobrecarga en brazos y piernas y los movimientos repetitivos.
- Mantener los músculos fuertes y flexibles.
- Durante el ejercicio, alternar diferentes tipos de movimiento con intervalos de recuperación.
- Si aparecen molestias durante el entrenamiento o el movimiento que se está realizando, reducir el ritmo o parar el ejercicio.
- Si no se ha realizado actividad física des de hace tiempo, empezar poco a poco y prestar especial atención a la correcta realización de los movimientos.
- Mantener una buena hidratación, que ayudará a vascularizar la zona y a que llegue más sangre.
- Realizar un buen calentamiento y estiramientos antes de entrenar o realizar una actividad que implique sobrecarga.
- Si el tendón está dañado, NO realizar estiramientos bruscos, ya que puede empeorar el problema. Es preferible trabajar la relajación del músculo.
- Utilizar tratamientos antiinflamatorios naturales.
- Aplicar calor y frío para aliviar las molestias.